La palabra "Biblia" es un sustantivo griego en plural que se traduce literalmente como "libros"; la palabra significa "coleccion de pequeños libros"; esto es justamente la Biblia.

Más que "existir", Dios "es"; esto significaque mientras todos los demás seres existen porque fueron creados por Dios, Él existe porque está dentro de su naturaleza el existir, y Él no tiene causa, origen, procedencia, ni principio alguno.

La persona y obra de Jesucristo es el fundamento de la doctrina cristiana. De inicio a fin, tanto la fe y la vida cristiana en todas sus fases y dimensiones quedan determinadas por la obra redentora de Jesucristo. Sin Cristo no hay cristianismo, ni existe posibilidad de salvación alguna.

Es la tercera persona de la trinidad y que es igual en sustancia y naturaleza con el Padre y con el Hijo, el Señor Jesucristo. Podemos definirlo de una manera mas sencilla diciendo que el Espíritu Santo es Dios.

Es una de las verdades fundamentales sobre la cual se basa y se desarrolla el movimiento pentecostal. Jesucristo es quien bautiza en el Espíritu Santo. Asimismo, es vital su experiencia, a fin de que el mensaje de salvación pueda ser proclamado con la unción divina y así asegurar la salvaciónde los no creyentes.

Son capacidades sobrenaturales que el Espíritu Santo reparte a todos los que son llamados a la obra del Señor. (1 Corintios 12:11). Estas capacidades son otorgadas para un servicio específico, concedidas por gracia y no por mérito humano.

La narración Bíblica nos afirma que el hombre fue creado por acción directa de Dios: "Y creó Dios al hombre a su imagen..." (Génesis 1:26). Aquí vemos que el hombre tiene su origen en Dios y como algunos sostiene que el hombre surgió por generación espóntanea o por evolución.

Es una parte esencial del evangelio del reino. La gran verdad de que Dios es sanador, aparece a través de toda la Biblía. Tanto el Antiguo comp el Nuevo Testamento, testificar la provisión de Dios para la sanidad de la humanidad.

"Ordenanza" significa una práctica establecida por una autoridad mayor. La autoridad para la práctica de estas ordenanzas está en Jesucristo. Jesús estableció para su iglesia la ordenanza del bautismo. Asimismo, ministrar la cena del Señor. Estas son las dos únicas ordenanzas de Cristo para su iglesia.

El supremo propósito de Dios es llevar a cabo sus planes a través de la iglesia. La verdadera iglesia tiene a Cristo como su Señor y manifiesta entre sus miembros obediciencia a su palabra y vive en la comunión del Espíritu Santo.

El ministerio en su acepción general debe entenderse como el servicio al Señor, el cual permitirá la extensión de su reino. En este sentido, está al alcance de todo el pueblo de Dios, por lo que toda la iglesia está involucrada en la edificación de la misma (Efesios 4:12).

Es una parte esencial del evangelio del reino. La gran verdad de que Dios es sanador, aparece a través de toda la Biblía. Tanto el Antiguo comp el Nuevo Testamento, testificar la provisión de Dios para la sanidad de la humanidad.

El inminente rapto de su iglesia, nos compromete a vivir una vida creciente en santidad y consagración, de lo contrario puede que este evento nos sorprenda como ladrón en la noche, las advertencias de la palabra no son escasas, existen abundantes citas bíblicas que nos demanda a estar vigilantes (Apocalipsis 15:15).

Las promesas y profecías de la llegada del Mesías Rey se consumarán con plenitud en el milenio (2 Samuel 7:16). Recordemos que el reinado de mil años de Cristo es el cumplimiento de diversas profecías (Jeremias 31:31-34; Ezequiel 36:24-28; Joel 2:28-32).

Las Escrituras establecen que nuestro Dios es Todopoderoso, Santo y Justo (Salmos 89:14), como Juez de toda la tierra, no está limitado por el tiempo ni por las circunstancias. En consecuencia, ningún ser podrá evadir su justicia divina.

Serán producto del acto creador de Dios, como recompensa para todos sus hijos que con sus propias vidas, sirvieron con fe a Cristo su Señor y Rey. La expresión nuevo indica claramente, que no se trata de una restauración o recreación sino de algo nunca visto o imaginado (Apocalipsis 21:3).